¿De qué fases consta una terapia?

  • Fase de evaluación: En la primera fase se realiza una evaluación de la problemática que podría presentar la persona, teniendo en cuenta su situación personal, familiar, social y su historia biográfica. Ten en cuenta que la duración de esta fase podría ocupar desde una hasta dos sesiones.
  • Fase de hipótesis: Durante esta segunda fase se le explica a la persona que le pasa, por qué le pasa y por qué sus emociones negativas o sus conductas disfuncionales o poco adaptativas se mantienen en el tiempo. Además, también es el momento adecuado de explicar qué tipo de terapia y técnicas psicológicas se van a utilizar en cada caso. Habitualmente, esta fase consta de una sesión.
  • Fase de intervención: La tercera fase supone el comienzo del trabajo con la persona, enseñándole las técnicas psicológicas más apropiadas en su caso, junto con la supervisión de las tareas que se le irán demandando para que las aplique en los diferentes entornos según sea su problemática.
  • Fase de seguimiento: La cuarta fase se centra en el seguimiento de los logros obtenidos.

Durante los primeros momentos en terapia, las sesiones suelen requerir realizarse con una frecuencia semanal, aunque podría adaptarse según el caso y las circunstancias. Conforme la terapia avanza, lleguen los logros y los resultados, las sesiones irán espaciándose progresivamente para fomentar la independencia de la persona.

Durante todo el proceso de terapia se garantiza la máxima confidencialidad; además, estas fases están en concordancia con el código deontológico y las guías éticas de la APA (American Psychological Association) , la entidad que elabora el DSM y una de las mayores autoridades a nivel internacional en materia de psicología basada en la evidencia.

Áreas de intervención en adultos:

  • Trastornos del estado de ánimo: depresión, distimia, tristeza, inestabilidad emocional…
  • Trastornos de ansiedad: trastorno obsesivo-compulsivo, estrés, miedos, fobias, ataques de pánico, trastorno de estrés postraumático, agorafobia, celos, hipocondría…
  • Trastornos de conducta, obsesiones, falta de control de impulsos…
  • Problemas de relación social, déficit de habilidades sociales, miedo a hablar en público, timidez, aislamiento, inseguridad…
  • Enfado crónico.
  • Trastornos del sueño.
  • Dependencias emocionales.
  • Procesos de duelo (separación pareja, pérdida de seres queridos, pérdida de trabajo…)
  • Baja autoestima.
  • Apoyo en enfermedades físicas crónicas.
  • Tabaquismo
  • Problemas sexuales.
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Tarifa por sesión de 60 minutos (€)